Algo inexplicable nos sucede a
todos en ocasiones… son de esas cosas que nos mueven el tapete, que nos pone a
pensar sin quererlo, sin buscarlo. De repente estamos en alguna situación o
ambiente y nos encontramos con personas o acciones que nos marcan, que atraen
nuestra atención y que se quedan grabados en nuestra mente, tan inconsciente y
tan fugaz que solo nos deja el sabor y un millón de cuestionantes.
Es simple tratar de buscar
respuestas y explicaciones, pero es sumamente complejo resolverlo. Estoy extremadamente segura que todo sucede por alguna razón y que Dios nos
pone personas justo en el momento en que tienen que llegar a nuestra vida. Son
esas que nos hacen confundir emociones y sentimientos, esas que quieres volver
a ver pero que no sabes nada de ellas… Solo te queda la mortificación de una
mirada que habla y coquetea por encima de la multitud que te rodea.
Hoy dedico estas palabras para
esos que llegan sin avisar y causan impresiones difusas pero bonitas. Esos que
no tienen nada que ver con tu entorno, que no has tenido ningún trato pero que
con el cruce de miradas crees conocerlos de toda la vida. Aquellos que dejan
ese sabor tan dulce y agradable sin hablar, sin tocar… Esos que quisieras
llamar, que te hacen revisar el celular mil veces a ver si hay algún mensaje
para ti que contestar… Que se apoderan de tus sentidos y se adueñan de tus
horas y tu alegría…
Esto es para ti… quizás eres de
los que llegas o de los que has sido tocado por alguien o algo… Estoy segura
que leyendo estarás pensando y sonriendo porque sabes que lo que digo es cierto…
Solo sucede a veces que… ese
alguien quieres volver a ver….
FRASE DE HOY: Tú llegas a mi vida por alguna razón
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