lunes, 20 de noviembre de 2017

¡Noviembre… Mes de la familia!


Que rápido se va el 2017!!!... ya estamos a ley de días para concluir este año, que ha estado cargado de muchos acontecimientos nacionales, internacionales y locales. La verdad, que resulta siempre gratificante poder ver pasar el tiempo y hacer un balance de lo que como seres humanos hemos realizado en favor nuestro y de la colectividad.

Pero bien, para hablar de eso ya tendremos el momento adecuado en diciembre. En esta ocasión quiero aprovechar este mes, mi mes, pues nací para estas fechas, jajajaj… pero tampoco a eso me voy a referir.

Se hace necesario resaltar y tomar de referencia para llamar a la reflexión, este mes, bien dedicado a la FAMILIA. En esta época en que tanto esfuerzo se ha invertido en campañas para unificar este componente básico de la sociedad.

El deterioro social, se enmarca muy de cerca con el seno familiar, pues se entiende que los valores y la educación vienen de casa, de lo que enseñan papá y mamá, del amor que reciben en su hogar es del que pueden dar a los demás. Mucho influye la relación que se estreche, para ser entes de comportamiento ético frente a otros.

De ahí, que cuando ocurren hechos delictivos,  que alertan la población, y que sobre todo están involucrados niños y adolescentes, inmediatamente se tenga que tocar la raíz familiar. Pues en la actualidad muchos padres han descuidado los hijos por cuestiones laborales, otros porque no viven juntos, y en muchas ocasiones porque no dedican el tiempo de velar por los mejores intereses de su descendencia.

Esto puede ser una de las causas principales en el aumento de la delincuencia e incluso los embarazos en la adolescencia que en su mayoría terminan en abortos o muertes de las jóvenes. Sin lugar a dudas, el no estar pendiente de los hijos y sus necesidades de momento, no solo materiales, las más importantes que son las emocionales, pues termina llevando a los jóvenes a tomar caminos incorrectos que los conducen a la perdición y a que se conviertan en antisociales.

La historia la conocemos y las estadísticas también, no voy a abundar, todos los que me están leyendo manejan bastante bien el tema. Quiero dedicar mis palabras a hacer un llamado a la introspección, a que los padres se miren hacia adentro y se cuestionen sobre su actuar frente a sus hijos, si están realizando su labor de guías y soportes.

Desde siempre venimos escuchando que la familia es “la base de la sociedad”, y realmente lo es. De cada hogar es que salen los hombres y mujeres que transforman las sociedades, los que garantizan el futuro y porvenir de los pueblos. Es responsabilidad de los padres dejar frutos que llenen de luz y esperanza su alrededor, que con su capacidad se conviertan en los sucesores de tantos héroes que han dejado un legado en la humanidad.

Desde la creación del mundo, Dios nos hace el llamado a vivir en familia… La Sagrada Familia, integrada por José, María y Jesús, es el vivo ejemplo de lo que el Todopoderoso quiso dejar en la tierra.

Es por tanto necesario, que tomemos el tiempo para valorar lo que estamos haciendo. Aprovechemos para criar en valores, en procurar que nuestros hijos se resalten por sus buenas obras, que la moralidad sea su estandarte y que la calidad humana lo distinga en cualquier lugar donde se encuentren.

Hombres de bien es lo que precisa el mundo, es cierto que  el dinero se necesita, pero no puede ser más importante que los hijos y que el hogar, vamos a administrar el tiempo, a conversar con sus niños, a conocer sus gustos, preferencias, deseos, aspiraciones, sueños, como les va en la escuela, qué emociones hay en su cabeza.

Vamos a dejar de donarle a los profesores el trabajo que le corresponde a ustedes, un chofer de guagua público que lo lleve a la escuela no es su padre, un aparato electrónico no suple un abrazo o una caricia, los alimentos o un carro de lujo no les brinda la satisfacción de sentarse juntos  a la mesa a comer o salir a cenar… Dejemos de pensar que porque no les falta nada material, ya todo está resuelto, es el momento de entender que TU FAMILIA NECESITA DE TI, de tu sonrisa, de tu alegría, de tu comprensión, de tu carácter, de tu AMOR!.

Aplica esta frase de la madre Teresa de Calcuta: "¿Qué puedes hacer para promover la paz mundial? Ve a casa y ama a tu familia".


Por: Grecheen Acosta
Publicado en la columna Introspección del periódico La Vega News

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