viernes, 17 de noviembre de 2017

Honor a quien honor merece


La verdad que hay que agradecer a Dios, que en medio de todo y la descomposición social que vivimos, nos permite ver, escuchar y tener cerca a personas que nos enorgullecen y nos hacen sentir que vale la pena seguir trabajando para aportar esperanza y luz a la humanidad.

Los veganos tenemos muchas personas, en diferentes índoles y estratos sociales, que día a día están haciendo una labor encomiable para beneficio de la colectividad. Aunque a veces lo negativo parece repercutir más, no nos podemos cansar de enaltecer las acciones positivas que suceden a nuestro alrededor.

En días pasados, estuvimos muy preocupados por el paso del huracán Irma, si, ese que nuestra Fe pudo alejar un poco, aunque afectó parte de nuestro territorio nacional, sin embargo hay algo que debo y siento la necesidad de resaltar.

La labor de hombre y mujeres valientes, desprendidas, desinteresadas que dejan sus hogares y arriesgan sus vidas por salvaguardar la de los demás. Siempre he sido fiel admiradora de los voluntarios que pertenecen a las distintas instituciones de servicio que hay en nuestra ciudad, a quienes dedico mis palabras de agradecimiento y felicitación por la titánica labor que realizan.

En una manera especial quiero referirme a Herman Despradel, alguien a quien admiro, respeto y valoro. Qué orgullosa me siento de tenerlo en nuestra ciudad!. Qué bendición más grande es contar con una persona de su valía en un pueblo como el nuestro!.

Hombre de personalidad fría, calmado… sensato, accesible, dispuesto, entregado a las mejores causas, pero más que todo hombre con VOCACION DE SERVICIO.

Sin lugar a dudas, que hay que felicitar y aplaudir el gesto de este gran ser humano, quien, sin tener necesidad alguna, se viste como un voluntario más y sale a las calles sin mirar peligro ni adversidad. Solo lo mueve el interés de proteger, vigilar y cuidar nuestros munícipes y lo mejor que tenemos.

Siempre ha sido así, pero al verlo en su labor de Presidente del COE durante este fenómeno atmosférico, hizo avivar en mi la llama del orgullo, ese que solo se puede sentir cuando alguien se desnuda a través de la mirada, ese que desborda corazón y sentimiento en cada palabra, aquel que sin titubeos ni poses te dice lo que hay que decir y que no guarda privilegios para ninguno.

Hoy felicito su valentía, su entrega y dedicación. Mi estimado Don Herman, me siento sumamente privilegiada de saber que usted es parte de los veganos, de esos que creen en el bien y lo practican. Vayan mis más sinceras felicitaciones y más efusivos agradecimientos en nombre del pueblo y el mío propio… Solo puedo elevar mis plegarias al altísimo para que derrame lluvias sobreabundantes de bendiciones sobre usted y toda su familia, porque déjeme decirle, con todo respeto, usted junto a Doña Irene han sabido formar una familia en valores y eso solo se logra cuando se juntan dos personas de la misma calidad humana y que comparten las mismas pasiones.

Continúe siempre hacia adelante, sabiendo que hay miles de personas que creen en usted, que confían en su palabra y que le siguen como un ejemplo de la persona que quisieran llegar a ser.
Honor a quien honor merece!!!


Por: Grecheen Acosta
Publicado en al columna Introspección del periódico La Vega News

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