Después de unos largos días sin
sentarme frente a mi más fiel y leal amiga, mi computadora, hoy he querido
tomarme unos minutos para escribir de las cosas y dualidades de la vida, de mi
diario vivir.
Durante estas últimas horas he
estado entre el recuerdo y el análisis. La verdad es que nada es tan fácil como
parece. Todo lo que como seres humanos obtenemos es basado en un sacrificio y
esfuerzo previo. Vivimos como si nada nos fuese a pasar, o como si las
situaciones ajenas no nos afectan.
Nacemos, pero no tenemos ni la
mas mínima idea de lo que nos va a suceder con el transcurrir de los años. Nuestros
padres nos llevan a la escuela, nos educamos, nos preparamos, tratamos de
aprender y crecer, pero hemos analizado todo lo que sucede al mismo tiempo? Lo que
estamos dejando por lograr lo que queremos?, si nos ponemos a ver hay que dejar
muchas cosas para obtener otras.
Tal y como si fuera el hilo
conductor de toda la existencia humana, un patrón, luego de salir de largos años
en la escuela, entramos en otra etapa, la universitaria. Ahí iniciamos el
recorrido hacia aquello que elegimos por decisión propia, nuestra carrera, lo
que pensamos es lo que queremos para seguir nuestro destino.
Sin embargo, de ahí en adelante
se suman muchas otras responsabilidades. Empezamos a trabajar, recaudar
nuestros ingresos económicos, los noviazgos, el matrimonio, la familia, en fin
muuuuuuuuchas cosas en que ocuparnos.
Pero insisto nueva vez, has
pensado lo que dejas?... Pues estoy segura que nooooo… Por eso hoy dedico estas
palabras a todas esas cosas que dejamos atrás por conseguir nuestros sueños,
las personas que quedaron en el camino, que fueron solo parte de una etapa, y
aquellas que siguen transitando en la misma ruta que yo.
Hoy rindo tributo a todos mis
sacrificios. Gracias a ellos soy lo que soy, tengo lo que tengo y aunque a
veces sentimos el deseo de recuperar, justo ahí entendemos que el pasado no
tiene vuelta atrás.
Por eso ama lo que haces, valora
cada minuto, cada instante y cada esfuerzo que pongas en lo que quieres. Solo ahí
sabrás si ha valido la pena dejar lo que ha quedado atrás.
Recuerda que tu eres quien puede
juzgar tu vida, Dios te ha dado la oportunidad de transitar un trayecto en el
camino que él ha trazado para todos. Tú
eres responsable de tus actos.
Definitivamente el sacrificio de
hoy es el éxito de mañana, aunque no lo vemos en el momento, en el tiempo
indicado lo reconocemos. Hay que pasar por lo peor para llegar a lo mejor.
FRASE DEL DIA: El sacrificio de
hoy es el éxito de mañana.
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