Dijo Zenaida Bacardí de
Argamasilla: “El joven no es un huésped, ni un extraño, ni un descabellado... Es una
nueva promesa, un nuevo amanecer... Un nuevo hallazgo”.
Ciertamente, esta frase dice
mucho, porque en la juventud descansan las esperanzas de un nuevo comienzo, de
un mañana mejor. Es en la etapa de la juventud donde se materializan los sueños
y se concretan las metas. Las energías se encuentran en su máxima expresión.
Ser joven es creer, aportar y tener la fortaleza de luchar por ideales comunes.
A propósito del Día Internacional
de Juventud, quiero hacer una reflexión haciendo una conexión con la fecha de
nuestra restauración. Todos conocemos de este acontecimiento de revalidación
independentista, donde los dominicanos logramos anular la anexión a España
y con esto recuperar la libertad por la
que pelearon nuestros padres de la patria junto a miles de hombres y mujeres de
nuestro país.
Pues fíjense, mis estimados
lectores, si hacemos un estudio por todas las luchas libertadoras de la República
Dominicana encontramos un factor común: JUVENTUD.
Pues sí, en todas ha estado
presente la juventud!!!. Esos que se atrevieron a dar su vida por liberarnos.
En 1844, al día de nuestra Independencia nacional, nuestros padres de la patria
tenían: Juan Pablo Duarte (31 años), Matías Ramón Mella (28) y Francisco del
Rosario Sánchez (26), sumamente jóvenes,
lo que significa que al momento de iniciarse el proceso y la fundación de la
Trinitaria estos, y los demás miembros, se encontraban entre los 19 y 25 años
de edad.
Y si de mujeres se trata, también
fueron activistas a muy temprana edad. Una vegana que se destacó por su
participación en la Batalla del 30 de Marzo, Juana Saltitopa, en ese momento
contaba con 29 años. Otras, que lucharon bastante contra la tiranía
trujillista, se integraron muy jóvenes a este grupo revolucionario que buscaba
derrocar al dictador Leónidas Trujillo, fueron las Hermanas Mirabal, quienes
fueron asesinadas a las edades de: Patria (36), Minerva (34) y Maria Teresa
(25).
En la Restauración de la República,
el que gestó todo ese movimiento fue Gregorio Luperón, quien a los 23 años,
junto a otros jóvenes, se rebelan en contra de la Anexión a España, logrando, el
Grito de Capotillo en 1863, desatando la Guerra Restauradora que culminó en
1865 con la anulación de este acuerdo con la colonia española.
Estos son solo algunos que nos
sirven de ejemplo para emular a los jóvenes de nuestro país que han dejado su
vida, familias, trabajo, posición, por defender los intereses de la nación, y que
gracias a ellos podemos hablar de un país libre e independiente. Sin dudas, son
los que debemos tener como referencia para instar a la juventud dominicana a
continuar los senderos de libertad que hemos heredado de estos que con tanta
pasión y amor lucharon por lo que hoy disfrutamos.
Es tiempo de empoderarnos, de mirar más allá de
nuestros intereses particulares y pensar en lo que conviene a todos. Como dijo
José Ramón Peralta en la reciente actividad que realizó el equipo Líderes
Jóvenes PLD: “Es tiempo de tocar puertas, y si no las abren, entren de todas
maneras sin temor”.
Redactado por Grecheen Acosta... Publicado en la columna Introspección del periódico La Vega News.
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